"Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal. Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. Aunque durante esa visita no se ven entre sí, mutuamente ellos se sienten.
El calendario ritual señala dos ocasiones para la llegada de los muertos. Cada una de ellas es una fiesta de alegría y evocación. Llanto o dolor no existen, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. La exagerada hospitalidad de los mexicanos es proverbial. Ésta se manifiesta a la menor provocación, aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos. Hay que deleitarlos y dejarlos satisfechos con todo aquello que es de su mayor agrado y asombro: la comida."
"According to the belief of the ancient Mexican civilization, when the individual dies, his spirit continues to live in Mictlan, place of residence of souls who have left the earthly life. Benevolent gods created this great site that has nothing dark and rather quiet and pleasant, where souls rest peacefully until the day appointed by the custom, when returning to their former homes to visit their relatives. Although during that visit each other are not mutually they feel.
The ritual calendar indicates two times for the arrival of the dead. Each is a festival of joy and remembrance. No crying or pain, for no cause for sadness friendly visit of the deceased. The exaggerated Mexican hospitality is proverbial. This is manifested at the slightest provocation, even if visitors are deceased relatives. You have to delight them and leave them satisfied with everything that is in your best pleasure and amazement, the food. "
"General calaca" Técnica: Illustrator Sergio Álvarez
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